jueves, 29 de enero de 2009

TOMÁRLO O DEJARLO.

Más de una vez he pronunciado a ustedes mi confianza que los acompaña.
Por ello compartiré con ustedes aquellos tres pilares que creo son fundamentales para nuestra revolución:
Rebeldía: se que en este mundo donde lo diferente se condena y se mal juzga, no ha de ser fácil oponerse a la corriente.
Pero débil serías tú, si por esta te dejases arrastrar.
Solo la rebeldía puede concluir en una digna revolución.
¡Pero espera! Ten en cuenta que existen rebeldías de un tipo y de otros. No te confundas, aplícala cuando debas, con quienes realmente debas y por circunstancias adecuadas.
Si te olvidas de esto pasarás de un extremo a otro. No ayudarás… solo complicarás mas las cosas.
Una vez que hayas logrado esto, estarás bien encaminado.
2-Escepticismo: No creas solamente en lo que tus sentidos te puedan mostrar. Suelen esconder la verdad. Pues jamás te revelarán lo esencial.
¡Cuestiona todo! Principalmente a los adultos. Óyelos siempre, pero no creas todo lo que dicen. Seguro es que dirán más mentiras que verdades.
Saca de sus palabras lo que tú realmente creas positivo. Pero hazlo con cuidado y no le des a sus sermones más importancia de la que realmente se merecen. No olvides que muchos de ellos ya no recuerdan lo que es vivir.
Sabes tú que no es la edad la hermana de la sabiduría. Veinte años de sabio se puede tener, como sesenta de estupidez.
Después de todo ten bien presente que la realidad del mundo de hoy se la debemos a ellos…
3-Abre los ojos del corazón: He aquí el primordial de los tres pilares.
Podrás haber cumplido con los otros dos pilares, que si borraste de tú memoria este último, todo habrá sido en vano.
¡Despiértalo ya!, no debes dormir más…
La humanidad ha pasado su entera historia durmiendo, ignorando al resto de los animales, a la naturaleza y hasta al mismísimo Dios.
Estar atentos a sus mensajes debes. Y hacer lo posible por cumplir sus mandamientos también. Están delante de tus ojos…
Puedes salvarte si quieres y ayudar a que todos nos salvemos.
Puedes lograr tú el verdadero respeto de tu único padre. Él te ama. Ámalo tú a él.
Si ahora que has leído esto, entiendes lo que digo; gratificado estaré, y agradeceré así que hoy he hecho mucho mas que derramar tinta sobre este triste papel.

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