miércoles, 28 de enero de 2009

ME SIENTO FUERTE

Ven toro, ven. Llama a tu amigo el buey alíate con el elefante y con cuantos más quieras. Ven… enfréntame que mi fuerza ya no conoce límites.
Mis músculos pueden delirar y mis huesos quizás romperse, pero mi alma posee fuerzas in imaginadas.
No siento miedo. En realidad si siento. Pero no temo enfrentarme a todo aquello que me aflige.
Muchas veces he llorado y por poco no me he ahogado en mis ingenuos lamentos…
Hoy pude entender que no sufro. No al menos en comparación con otros.
Mi Dios me ha dicho que me apoya y que si su voluntad hago seré premiado. Quizás no a corto plazo, pero seguro que tiempo más o tiempo menos todo tomara el sabor a justicia.
Así es para todos por igual; somos hijos de la justicia de Dios. No regidos por leyes ni mandatos de un hombre, sino de nuestro único y verdadero padre, que todo lo ve, todo lo puede y controla.
Claro que si… entre tanta miseria he encontrado hay la excusa perfecta para sonreír, para luchar… para vivir.
Y soy fuerte. Soy muy fuerte. Aquél entorno al que tantas veces desprecié, es mi medicina.
¡Ahora comprendo!... puede que el cielo se oscurezca con una brutal tormenta que lagrimas de él haga brotar. Pero que más ha de importar; si detrás de aquellas nubes aún permanece el Sol…

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