lunes, 26 de abril de 2010

ASÍ TE VEO A TI… PERO NO ME ENCUENTRO YO

No mires hacia abajo. Levanta esa cabeza que pierdes de presenciar las maravillas que te rodean…
No asumas la cabeza al cielo, puede que te tropieces con algo y caigas tumbado por el duro suelo…
Camina erguido, con orgullo pero sin arrogancia; con humildad pero sin vergüenza.
No pienses que eres capaz de juzgar a los demás sobre su manera de actuar, ni creas que ellos tienen la sensatez como para calificarte tampoco.
No existe aquel que pueda describir como bien o mal una conducta, pues todo dependerá de la perspectiva de que se mire. Un mismo acto puede ser correcto en un contexto y no tan acertado en otro.
¿Pero quién dice cuándo acertamos y cuando no? ¿Acaso tu? ¿Tal vez yo? ¿O será tarea de Dios?
Mejor caminemos nuestro camino como mejor pensemos que lo haremos, siguiendo la voluntad de nuestro corazón, los impulsos de nuestros instintos y la postura firme de nuestra razón.
Y los demás… que vivan como mejor les plazca. ¿Egoísta postura?, pero más egoísta es querer meternos en la vida de los demás sin ni siquiera haber encaminado la nuestra.
El humano suele ser necio de vez en cuando. Cree conocerse a sí mismo y estar seguro de lo que quiere, cuando en realidad persigue la sombra de sus antojos. Solemos pasar gran parte de nuestra vida viviendo un sueño que no nos conduce a nada, que nos reduce a simple títeres de una muy mal actuada obra de teatro. Somos marionetas que todos utilizan, que no pertenecen a nadie. Y miramos a los demás y nos burlamos y decimos “pobre loco… mirá lo que hace con su vida”, mientras que los demás hacen de la nuestra lo que se les complace.
Grandes vivos que persistimos en una confusión, durmiendo en una vida que es tan corta. Y cuando despertamos puede que sea tarde… y si, aquél que vivió realmente su vida, puede haberlo hecho bien o no tanto, depende quién lo analice, pero seguro creó su camino…
¿Y nosotros podemos decir lo mismo…?

miércoles, 21 de abril de 2010

¿Y SI EL TIEMPO NO ES SUFICIENTE?

Era un día de clase como cualquier otro… tal vez pronto en algún sentido sería diferente. La profesora de filosofía propone a sus alumnos un trabajo matemático un tanto complicado.
Una vez planteada la actividad aclaró: + Resuelvan…
Los estudiantes rápidamente comenzaron a tratar de realizar el ejercicio… pasado 15 minutos la profesora suspendió el tiempo cedido para la propuesta.
Los alumnos claramente se escabulleron con un tanto de furia a reclamar a la docente:
- Pero profesora (insinuó uno de los alumnos vos de la clase)… nos planteo un ejercicio matemático en filosofía, y por si fuera poco y lo más irritable, era un trabajo complicado y no nos dio tiempo. Fue imposible hacer algo…
La profesora hiso un silencio pertinente; marcó un alto y pronunció: + Estás en lo cierto… les pedí resolver una actividad complicada, en un tiempo bastante limitado ¿no?... ahora pues haced de cuenta que yo soy la esencia misma de la vida… ¿acaso ésta no nos sorprende a menudo con situaciones desconcertantes o inesperadas, o que solamente escapan un poco a nuestro ritmo cotidiano? ¿Acaso ésta no nos desafía casualmente a cumplir determinadas metas próximas o inmediata, o nos impone superar determinados obstáculos para seguir adelante? Ahora yo más he de preguntarles… ¿Siempre la vida es capaz de cederle el tiempo necesario para ustedes, para enfrentarse a estas situaciones?
¡Creo que no! La vida no conoce de tiempos. No al menos de sus tiempo… ella nos exige y no nos espera.
Ustedes me reclaman hoy a mí que no tuvieron tiempo para resolver un trabajo de matemáticas, pero… ¿le reprocharán a la vida por ejemplo que no tuvieron tiempo para vivir realmente?
Vosotros debéis actuar con inteligencia y precisión. Debéis actuar (si así lo requiere a situación), con tempestad y claridad, y resolver lo que sea que haya que resolver cuanto antes, y más importante que todo… hacerlo de la mejor manera.
Después de todo recordad… hemos de ser humanos. Usad vuestra racionalidad siempre, que ella nunca ha de abandonarnos; y si el tiempo les permite la comodidad y el análisis suerte la suya, y si este les exige la improvisación, acudir a ella ¿Por qué no?, es parte de la inteligencia también. Pero cuidado siempre hacerlo con prudencia y responsabilidad…
Ah, y a propósito… ¿Vieron cuanto de filosofía hay en las matemáticas?