sábado, 23 de octubre de 2010

ENTRA Y JUEGA

Sin nervios por favor. ¡Tranquilo! No te alteres que es solo un partido. Solo un encuentro emocionante entre el equipo del que tu eres parte, y otro equipo más que al igual que el tuyo, viene con deseos de divertirse y de ganar.
No está mal querer ganar. Es natural en el humano. A todos nos encanta ganar y a veces nos cuesta un poco perder. Pero hay que saber ser buen ganador y buen perdedor.
A veces nos dicen que es más difícil ser perdedor que ser ganador, pero te aseguro que no es así. Bien puedo decirte yo por experiencia, que un equipo o un chico que se acostumbra a ganar siempre, luego de un determinado tiempo, pierde un poco el gusto por esa hermosa sensación de “dar la vuelta”; además de que en muchos casos la soberbia o como podríamos decirlo también “el agrande”, nos hace creer que somos los mejores y que nadie puede ganarnos, y es ahí cuando comenzamos a perder.
Por eso te digo… compite hoy y compite siempre. Pero de forma positiva, y no con fines de vencer al otro, sino de superarte a ti mismo día a día. Aquellos que son buenos por naturaleza, pero que no les interesa crecer, se estancan y no evolucionan. Pero el que pelea día a día, por más que no sea brillante en algo, siempre logra salir a delante.
¡Acuérdate entonces que tanto se aprende de ganar como de perder, y que si luchas por progresar, todo es posible y vale la pena!
Pero ahora entra a la cancha y vive ese partido con placer. Que nadie te prohíba disfrutar de ese momento que es tuyo. Se que ahí te sientes libre y eres fuerte. Eres alguien, y te sientes alguien… que más importante que eso.
¡Juega! Y no escuches por favor a los que están fuera de la cancha. Son muchos y dicen varias ingenuidades. Se olvidan a veces, que es lo que tú realmente deseas. Porque realmente estás ahí.
Cuando finalice el partido, veré tu rostro al salir de la cancha, y sabré si con una sonrisa me iluminas que realmente has triunfado. Los goles son goles y nada más, pero tu sonrisa de satisfacción y felicidad, es un tesoro invaluable.
¡Entra y juega! Y recuerda que estaré esperando a que salgas sonriente de la cancha…

LOS PADRES SIRVEN… ¡CUANDO SUMAN!

Acércate y tíranos una mano. Arrímate y ayúdanos que eres necesario para crear algo mejor para tu hijo y los demás niños.
Cada uno que como tu que venga a ayudar, favorecerá la creación de una multitud luchadora; colaboradora. Ya no seremos dos si nos ayudas; seremos tres. Fíjate si otros se nos unen…
Si somos pocos, somos débiles, y se corre mayor riesgo de que nos cansemos y abandonemos.
Si preguntas a tu niño te pedirá su ayuda. De una manera u otra, pero seguro lo hará. Si me preguntas a mí, que para ellos trabajo, te acogeré con los brazos abiertos… siempre cuando vengas a sumar.
No precisamos a nadie que reste; no es bienvenido aquel que critica con malas intenciones y no construye.
Las personas para buscar defectos y criticar la labor ajena, sobran. No te sumes a ellos, pues no te querremos. ¡Mejor entonces vete!
Si tus intenciones son buenas, prudentes y respetuosas, brindarnos tu apoyo que… padre ¡tu sirves!
Sino mejor duerme en tu casa. Solo aceptaremos a tu hijo. El si que suma y sirve. Por eso luchamos tanto por él. ¡Si por tu hijo! ¿Te has dedo cuenta?

AMOR: ¿DONDE ESTAS?

Tuve que hablarle a él y así lo encaré:
No te escapes; no hullas de mi y me desampares. Si te escabulles no te veré y no te conoceré.
Me ha pasado de cruzarme muchas veces con alguien que finge ser tú, pero con el correr del tiempo me doy cuenta de que era tan solo un farsante. No eras tú amor. El amor no lastima según me han dicho.
Pero hoy dudo y ya no entiendo. No se quién eres; ni lo que eres…
Amor ¿eres deseo? El querer estar con una persona constantemente y entregarse en sus manos y en su cuerpo ¿es amor?
¿Tal vez eres sexo? Es que el querer besar la boca de alguien y conocer en profundidad su cuerpo, hasta llegar al acto sexual ¿es amor?
¿Quizás sea una profunda amistad? El confiar en otro como en si mismo; el no tener miedo de actuar tal y como somos delante de alguien en particular, y no aburrirnos jamás de su presencia ¿es amor?
Explícame quién eres y como haré para encontrarte. Ayúdame a darme cuenta de los impostores que fingen ser tú, y me confunden.
¿Es el amor acaso la atracción de un hombre y una mujer? ¿Es que no existe el amor entre el mismo sexo?
Me he perdido en un mar de incertidumbre, y no se si es la persona con la que estoy mi verdadero amor. No se si ella me corresponda realmente o si me merece en realidad.
Háblame hoy… enséñame para no sufrir.
Y su vos desde lo alto escuché, que me dijo:
+ No puedes pretender que te de el secreto para encontrarme, porque a menudo ni yo mismo me encuentro. Yo el amor, soy muy fugaz y no me gusta ser prisionero de nadie.
No puedes pretender no sufrir si me buscas, porque el amor tiene dos grandes amigos, que son rivales entre ellos a la vez. La felicidad y el sufrimiento.
Tendrás momentos que te llenaran de placer, y otros tantos que te ahogarán en lágrimas.
Pero esa es la condición y la consecuencia de buscarme y querer encontrarme.
Si algo puedo asegurarte. Para hallarme deberás sufrir antes y probablemente pasarás por manos de varios embusteros como tú los has de llamar. Esa es mi regla; mi condición.
Pero no te precipites… cuando llegue el momento indicado nos veremos a los ojos, y tu podrás decirme frente a frente: “al fin te encontré… mi amor”.