sábado, 23 de octubre de 2010

AMOR: ¿DONDE ESTAS?

Tuve que hablarle a él y así lo encaré:
No te escapes; no hullas de mi y me desampares. Si te escabulles no te veré y no te conoceré.
Me ha pasado de cruzarme muchas veces con alguien que finge ser tú, pero con el correr del tiempo me doy cuenta de que era tan solo un farsante. No eras tú amor. El amor no lastima según me han dicho.
Pero hoy dudo y ya no entiendo. No se quién eres; ni lo que eres…
Amor ¿eres deseo? El querer estar con una persona constantemente y entregarse en sus manos y en su cuerpo ¿es amor?
¿Tal vez eres sexo? Es que el querer besar la boca de alguien y conocer en profundidad su cuerpo, hasta llegar al acto sexual ¿es amor?
¿Quizás sea una profunda amistad? El confiar en otro como en si mismo; el no tener miedo de actuar tal y como somos delante de alguien en particular, y no aburrirnos jamás de su presencia ¿es amor?
Explícame quién eres y como haré para encontrarte. Ayúdame a darme cuenta de los impostores que fingen ser tú, y me confunden.
¿Es el amor acaso la atracción de un hombre y una mujer? ¿Es que no existe el amor entre el mismo sexo?
Me he perdido en un mar de incertidumbre, y no se si es la persona con la que estoy mi verdadero amor. No se si ella me corresponda realmente o si me merece en realidad.
Háblame hoy… enséñame para no sufrir.
Y su vos desde lo alto escuché, que me dijo:
+ No puedes pretender que te de el secreto para encontrarme, porque a menudo ni yo mismo me encuentro. Yo el amor, soy muy fugaz y no me gusta ser prisionero de nadie.
No puedes pretender no sufrir si me buscas, porque el amor tiene dos grandes amigos, que son rivales entre ellos a la vez. La felicidad y el sufrimiento.
Tendrás momentos que te llenaran de placer, y otros tantos que te ahogarán en lágrimas.
Pero esa es la condición y la consecuencia de buscarme y querer encontrarme.
Si algo puedo asegurarte. Para hallarme deberás sufrir antes y probablemente pasarás por manos de varios embusteros como tú los has de llamar. Esa es mi regla; mi condición.
Pero no te precipites… cuando llegue el momento indicado nos veremos a los ojos, y tu podrás decirme frente a frente: “al fin te encontré… mi amor”.

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