De la tierra pura he nacido
pues así Dios lo ha querido.
La madre del mundo entero, la mía también es;
Intolerante siempre ante los traidores.
Se que nada te ha de coimar
y en tus manos nada me ha de lastimar.
En tus eternos brazos me siento protegido
creo jamás poder ser vencido.
Fugaz como el viento mis pasos son;
¡Rápido! ¿Qué tan rápido late mi corazón?
El Sol siempre al mostrarse podré ver
y las estrellas sabias me enseñarán a crecer.
Se que todo me está permitido
pero no todo me es apropiado
Se que todo me ha sido entregado
pero no dejaré que nada me domine
Muchos querrán librar su peso sobre mí
incapaces seguro de luchar por si mismos.
Muchos tratarán de domarme…
¡valla idiotas!, pues tendrán que matarme.
jueves, 29 de enero de 2009
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