miércoles, 28 de enero de 2009

El Niño que Perdía sus Poderes

Nació él… el niño mágico. Lleno de poderes estaba su alma y su corazón. Lleno de inteligencia su cuerpo. ¿Qué mas? Era dueño de su silencio. Sus inexistentes palabras no podrían lastimar a alguien. Pues no hablaba.
Con el pasar del tiempo sus habilidades se desarrollaron, influidas por el gran demonio que era concientes de los poderes del niño. Estaba pues, decidido a privarlo de ellos.
Con tres años su sinceridad brillaba fugazmente. Jamás daría un beso a quién no quisiera, diría un “te quiero” por conveniencia, y mas importante que cualquier otra cosa… jamás mentiría con intención alguna de causar daño a alguien.
Su imaginación, límites no conocía. Era fuerte, invencible se sentía. Sus sueños atravesaban cualquier frontera, cualquier realidad.
La sexualidad, para él no era sexualidad. Todas las partes de su cuerpo valían lo mismo. Pero el tiempo pasaba y el gran demonio se ingeniaba la forma de perturbarlo cada vez más. Cuando este niño pisó frágilmente el complejo campo de la adolescencia, comprendió que sus palabras podían causar en los demás un efecto tan agradable, como a su inversa.
Dejó su imaginación de lado para convertirse en un ser”maduro y racional”. Pobre…
Conoció el campo de la sexualidad, y encontró la vergüenza en todo lo que se avecina a él. Pero olvidó que un ser sexual no es racional, y por esto se contradijo de rara forma.
Comenzó a plantearse muchos “¿Por qué?”, y esto mantuvo con vida su filosofía. Al menos un poco de esta le quedaba. Pero ese demonio no acepa rebelión alguna, y condena todo lo que desconoce. Dado esto, buscó la forma de que aquel lejano niño formara parte de él, para nunca mas dejarlo ir y borrar los recuerdos de “quién fue” una ves.
Sus poderes ya casi no se percibían, y con tan solo treinta y cinco años, de aquel niño nada quedaba. Ahora era un “hombre” preocupado por ganar dinero, satisfacer sus necesidades y pelear por su éxito personal. Dejó de preguntarse cosas… “total eso no le daría de comer”.
Hoy es un anciano. Sus poderes ya no existen, y lo que es peor aun, niega que alguna vez hayan existido. Hoy aquel niño que era una esperanza más, forma parte de aquel macabro demonio que todo lo destruye.

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