sábado, 14 de noviembre de 2009

NO INTENTES QUEBRAR SUS ALAS… SON DE ORO

Hola amigo. ¿Cómo estás? Veo que tu cara no es hoy de las más bonitas que tienes. Tus ojos indignados seguramente me describen tu llanto. No creo que hayas estado pelando cebolla ya que no sabes cocinar ¿o sí?
¿Por qué sufres hoy mi amigo del alma? ¿Será porque tu hijo hoy ha decidido marcharse? ¿Qué esperabas? Ya no es un crio.
El tiempo pasa y las cosas cambian; así también las personas. Me extraña de ti que dices ser tan filósofo en la teoría… Cuesta aplicarlo a la práctica ¿no? Nada dura por siempre, porque nadie ha de ser imprescindible para el mundo; tampoco para los hombres mismos, aunque tú pienses diferente.
Sus alas celestiales han crecido y ansiosas por volar están. No puedes cortarlas aunque así lo pretendas. Él crea su vida; no es escavo de la tuya. Puede llagar a ser tu amigo por el resto de su vida. Tú hijo es hoy y siempre lo será porque tú genética posee. Pero puede ser hijo y amigo, o no tanto si te dedicas a atormentarlo con tus ingenuos caprichos de “viejo incomprensible”.
Tú crees que él ya no te escucha, ni atiende a tus consejos. Le vives reclamando que es egoísta contigo y que siempre ha de verte como un ignorante que nada sabe. Pero pregúntate… ¿Por qué tendría él que escuchar tan atentamente a lo que dices?, si tantas veces has hablado en vano y sin sentido alguno. ¿No sabes acaso que al final de cuenta, llega un momento en que nadie escucha a quién sermón tras sermón da inútilmente? Deberías haber hablado cuando era necesario y callar cuando eso debías hacer. ¡Pero no te culpes! Nadie nace sabiendo. El problema es no aprender luego de haber sufrido la lección.
Amigo… no busques atarlo e imponerle tus principios, porque no son los de él. No lo acuses de soberbio y de que cree saberlo todo. Más orgulloso e hipócrita eres tú cada vez que dices saber y conocer más que él.
Tranquilo amigo mío. Ya todo va a pasar. Deja que marche en busca de su destino y apóyalo a crear el mismo. Quizás así su respeto lograrás recuperar. Yo te aplaudiré y tu tristeza acabará.
No es el fin del mundo hoy… es tan solo el principio de una vida ardiente más, que está ansiosa por brillar.

No hay comentarios: