sábado, 14 de noviembre de 2009

TE EQUIVOCAS… QUE MALA SUERTE LA TUYA

Te equivocas al hablar cuando tus neuronas no piensan. Estás cansado agobiado y no sabes lo que dices. ¡Calla entonces! Pues eres esclavos de las estúpidas palabras pronunciadas. Ya no habrá marcha atrás, una vez pronunciado tu suplicio y sabes que el perdón no se regala, luego. Se consigue.
Erras al creer en lo que te dicen los demás. Te dan cuerda y tú giras como un muñequito dominado por una simple mano de tu supuesta potestad. Cuan adormecidos están tus sentidos. Muy sucia y engañada tu mente.
Fallas al pensar en que posees el poder de arreglar todo con la violencia y la tenacidad. A mi padre la das lástima. A mi hoy me causas risa…
Y alejas de tu centro a las personas que deberían estar a tu lado. No eres ni siquiera inteligente como para saber quiénes te hacen bien y quienes mal.
Lo siento hombre de palabras árida y corazón errante. Persona de pocos conocimientos y mal empleados. No intentes tú enseñarle de animales a un veterinario; jamás de rendimiento muscular a un masajista.
Lástima que el apresurarse a actuar, a emitir vos sin pensar trae consecuencias desfavorables. Lástima pero cierto… una relación que enfrenta a dos grandes arrogantes, tarde o temprano llega a su fin.

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